Atención a problemas de lenguaje derivados de falta de respiración eficaz, bajo tono muscular de aparato fonoarticulador reflejado en problemas para pronunciar sonidos como erre, efe, te, etc.
Atención a disfemias (tartamudez) a nivel emocional así como orgánico.
Las sesiones para la atención de esta problemáticas son de dos a tres veces por semana según requiera el caso.