Los implantes son aditamentos metálicos como raíces artificiales, creados para sustituir dientes ausentes o perdidos por cualquier causa, capaces de integrarse hasta el punto de convivir de forma sana y totalmente natural con el resto de los tejidos de la boca.
Fabricados de titanio, pueden ubicarse quirúrgicamente tanto en el maxilar como en la mandíbula.
Pueden durar hasta 20 años, dependiendo de su ubicación y de la conducta del paciente respecto a la higiene bucal y a las visitas odontológicas.
El tratamiento con implantes dentales debe ser bien planificado y valorar de forma individualizada el estado bucal y general del paciente para conocer los posibles riesgos del tratamiento a realizar.
El tratamiento con implantes dentales es la mejor forma de rehabilitar los dientes perdidos en un paciente periodontal. los implantes dentales vienen a sustituir a las raíces de dientes perdidos para que, sobre ellas, se pueda colocar una prótesis dental de forma firme, estable y que transmita las fuerzas de la masticación al hueso, lo que estimulará su metabolismo evitando la merma progresiva del hueso de los maxilares que ocasiona el envejecimiento de las facciones de la cara.